Historias: Steve Prefontaine
Hace poco Salva nos contaba las andanzas de los Portland Trail Blazer entre 2001 y 2005, llamados “Jail Blazers” por la prensa, debido al comportamiento fuera de la cancha de muchos de sus jugadores. Excesos, conflictos, adicciones, peleas, arrestos y un Scottie Pippen en plena retirada. Un equipo de “rebeldes” podríamos decir, aunque dentro de la cancha disputaron buenas batallas contras los Lakers de Kobe y Shaq
¿Me creerían sin les digo que hay un atleta que
está vinculado al Joker, al Dr. Manhtan y con estos rebeldes?
Estoy hablando de Steve Prefontaine, corredor
estadounidense especialista en fondo y medio fondo (esto sería carreras que van
desde los 1500 metros hasta 10000 metros, tanto en pista como en Cross).
Apodado como “Pre”, nacido el 25 de enero de 1951 en Coos Bay, Oregon.
Justamente esta es su vinculación con los Portland Jail Blazers, Pre vivió toda
su vida en el estado de Oregon, y al igual que los muchachos de Portland era un
rebelde. Fue plusmarquista estadounidense durante sus años activo y una de las
figuras más inspiradoras e influyentes de la historia del atletismo.
Sin embargo, Pre no es el mejor corredor de la
historia de su país. Así y todo, cosecho resultados más que admirables. Durante
su carrera, Prefontaine ganó 120 de las 153 carreras que corrió (78% de
victorias), y nunca perdió una carrera de atletismo universitario (NCAA) de más
de una milla en la Universidad de Oregon. Uno de sus resultados más destacados
es el cuarto puesto en los 5000 metros en pistas en los Juegos Olímpicos de
Múnich 1972, con solo 21 años.
Si a todas estas cualidades físicas y deportivas
admirables, junto a los resultados, le sumamos una personalidad fuerte y rebeldes,
el resultado es Prefontaine. Se destacó mucho por su carisma y su estilo a la
hora de competir. Estamos hablando de alguien a quien le gustaba “montar un
show” sobre las pistas de atletismo. Además, su imagen recordaba más a una
estrella del rock que a un deportista. De cabellera larga y un prominente
bigote, un rebelde para la época. Lo llamaban “el Jemes Dean del atletismo”. Fue
un símbolo para muchos jóvenes estadounidenses de los 70, quienes se oponían al
orden establecido. Pero no solo era tendencia entre los jóvenes, pues marcó un
boom mediático que empujo al atletismo.
Pre fue un tipo carismático, agresivo con sus competidores,
intenso a la hora de correr y arriesgado durante las competencias.
Evidentemente es un tipo que siempre iba al máximo en la pista de atletismo, y
también fuera de ella. Vivió sin límites y corrió sin ellos. Así murió.
El primer acercamiento de Prefontaine hacia el atletismo
se dio durante su paso por la secundaria. Si bien él se sentía atraído por el
futbol americano y el básquet, como todos los chicos de secundaria, su
complexión física no le permitían participar de dichos deportes. Tengamos en
cuenta que previo a sus duros entrenamientos de atletismo, Pre tenía la imagen
del típico “pibe flaco”, además de medir 1,75 metros. Sin embargo, en sus
clases de educación física notó que se le daba muy bien el correr en carreras
de larga distancia. Con solo dos semanas corriendo una milla (1600 metros,
cuatro vueltas a la pista de atletismo) diaria ya era el segundo mejor corredor
en el grupo. Este pequeño gran éxito despertó su amor por el running.
Cuando ingresó a Marshfield High School en el
otoño de 1965, Prefontaine se unió ya formalmente al equipo de cross country, que
sería la modalidad del running en la cual se corre en circuitos naturales, no
urbanizados. Su entrenador fue Walt McClure Jr., quien había corrido con el
entrenador Bill Bowerman en la Universidad de Oregon, dato no menor y que sería
decisivo en la vida deportiva de Pre, más adelante.
Los dos primeros años de Pre como atleta de
instituto fueron correctos, pero no sobresalía. Sin embargo, lejos de
desalentarlo, su entrenador le dio un consejo que despertaría todo su potencial:
entrenar duro a lo largo del verano. De esta manera, en la temporada de
invierno del año siguiente, Pre cosecho grandes victorias, terminando invicto
la temporada de cross country. Steve era ya uno de los mejores corredores jóvenes
de todo Estados Unidos.
Pero el gran cambio llego al ingresar en la
universidad. Prefontaine fue discípulo de una de las mayores leyendas del mundo
del atletismo, Bill Bowerman, que además de entrenador fue uno de los cofundadores
de Nike. Hay que tener en cuenta que varias universidades intentaron reclutar a
Prefontaine, que recibió numerosas llamadas telefónicas, cartas y visitas
directas de entrenadores. El coach McClure quería que Pre asistiera a la
Universidad de Oregon, aunque siempre sostuvo que no influyó directamente en la
elección.
De todas maneras, Prefontaine decidió que
prefería permanecer en su propio estado y aceptó la propuesta de la Universidad
de Oregon. Hasta entonces, el joven talento no había escuchado mucho de Bill
Bowerman, el ya mítico entrenador en jefe de la Universidad de Oregon. Como
resultado, Prefontaine no sabía cuánto quería Bowerman que asistiera a Oregon.
Sin embargo, este le escribió una carta asegurándole a Pre que se convertiría
en el mejor corredor de fondo del mundo si apostaba por seguir formándose en
Oregon. Esto obviamente despertó el fuego interior de Prefontaine, y así surgió
una dupla atleta-entrenador que lo ganó todo, sufriendo solo dos derrotas a
nivel universitario.
La explosión deportiva de Prefontaine generó un
nivel de repercusión tan fuerte, que la famosa revista deportiva Sports
Illustrated (algo así como una versión estadounidense de “El Gráfico”) lo
incluyó en su tapa cuando Pre tenía solos 19 años. Se convirtió en una celebridad local, donde
los cánticos de “¡Pre! ¡Pre! ¡Pre!” llegaron a ser una característica de las
carreras en Hayward Field, pese a contar con una generación de grandes
corredores locales como rivales. Los fanáticos locales vestían remeras que
decían “Leyenda” mientras que los rivales llevaban remeras con un signo de alto
que decían “Stop Pre”.
Después de su éxito en la Universidad, Pre
compitió en los juegos olímpicos de Múnich de 1972, consiguiendo el 4º puesto
en la carrera de 5000 metros. Si bien uso su clásica estrategia de matar o
morir, pasó la última vuelta como segundo y terminó la carrea en cuarto puesto,
perdiendo su lugar en el podio a solo 10 metros de meta.
Luego de este “fracaso” (que palabra fea y difícil
de usar, por eso las comillas), Pre se tomó seis meses de vacaciones en su
playa favorita, Horsfall Beach. Luego de su descanso, Steve volvería a entrenar con un único
objetivo entre ceja y ceja: los Juegos Olímpicos de Montreal de 1976,
competencia que nunca llegaría a disputar. Pre se unió al Oregon Track Club y estableció
récords estadounidenses en cada carrera de 2000 a 10000 metros. Durante esos años
Prefontaine había logrado el mejor estado físico de su vida, y con solo 24 años
su futuro era muy esperanzador. Sin embargo, el destino tenía otros planes.
Pre corrió y ganó su última carrera el 29 de mayo
de 1975, en el Hayward Field de Eugene. Murió al día siguiente, el 30 de mayo,
a los 24 años en un accidente automovilístico. La noche del 29 de mayo
Prefontaine asistió a una fiesta en la localidad de Eugene, en las afueras de
Oregon. Al regresar perdió el control de su vehículo y chocó contra una roca.
El automóvil volcó y Pre quedó atrapado debajo. Un vecino de la zona se acercó
y le encontró aún con vida. Al ver que no podía sacarlo fue a buscar ayuda.
Para cuando regresó, el peso le había aplastado el pecho. Algunos informes indicaban
que Pre no había consumido alcohol, mientras que otros señalaban que duplicaba
la tasa de alcoholemia permitida. De todas maneras, la tragedia estaba
consumada, y el mundo perdía al hombre que convirtió el atletismo en un deporte
vistoso y atractivo.
Su repentino fallecimiento potenció la enorme
popularidad que ya había ganado Prefontaine en vida, a tal punto que la
Organización de Pista y Campo de Estados Unidos decidió recordarlo con una
competencia que lleva su nombre. Desde 1975 se celebra cada año una prueba
atlética con su nombre: el Prefontaine Classic.
Hay algo que no puedo dejar de señalar, y es que
Pre fue el primer atleta de Nike. En 1973, dos años después de su nacimiento, Nike
firmó su primer contrato de patrocinio de la historia, con Steve Prefontaine.
Desde sus primeros tiempos en la Universidad de Oregón, tuvo una exposición
considerable al calzado Nike, pues Bowerman, cofundador de la marca y diseñador,
era también su entrenador. De hecho, en uno de sus homenajes,
la marca Nike relata que “...En el verano de 1973, los cofundadores de Nike
Phil Knight y Bill Bowerman firmaron un contrato por 5000 dolares anuales año
para ayudar a compensar los gastos de capacitación de Prefontaine y aliviarlo
de los ocasionales cambios de barman en la popular taberna Paddock…”. Según
palabras del propio Phil Knight, Prefontaine es el alma de Nike.
Pre también es recordado con un especial cariño
entre los corredores de elite de todo el mundo por promover la idea de vivir de
lo que amas. En su época, los atletas estadounidenses, estaban atrapados por
las reglas del corredor “amaetur” impuestas por la Unión Americana de Atletismo
(AAU). En la década de 1970, todo atleta que soñara participar en los Juegos
Olímpicos debía seguir siendo un aficionado. Es decir, matarse entrenando para
ser el mejor del planeta en su deporte, para además tener que trabajar y
ganarse la vida haciendo otra cosa. Por ejemplo, Pre renuncio a ofertas muy
grandes con tal de poder seguir siendo seleccionable para el equipo olímpico
USA de Montreal 1976. En 1978, por fin, el Congreso de los EEUU abolió la AAU e
hizo así posible que los grandes corredores pudieran vivir de su pasión por
correr y centrarse en ella cada día.
Para cerrar voy a dejar alguna de sus frases más
famosas y mis preferidas, pero antes, voy a resolver la incógnita del arranque:
¿Cómo es que Pre está vinculado al Joker y al Dr. Manhattan? Pues evidentemente
una figura tan importante para el atletismo se vería retratado en la pantalla
grande. Hay dos películas que relatan parte de su vida y obra, Prefontaine
(1997) y Without Limits (1998). Y como esta vida esta llena de casualidades, en
la primer película Jared Leto encara el papel de Pre, mientras que en la segunda
es Billy Crudup quien da vida al atleta estadounidense. Es decir, el mismo
actor que interpretó al Joker más infame hace de un joven Prefontaine en la
cinta homónima, mientras que el actor que da vida al todo poderoso Dr.
Manhattan en Watchmen encarna a Pre en Without Limits.
Grandes frases de Steve Prefontaine:
“Yo no salgo a la pista sólo a correr. Me gusta darles
a los espectadores algo emocionante”
“Mucha gente corre una carrera para ver quién es
el más rápido. Yo corro para ver quién tiene más agallas, quién puede castigarse
a sí mismo en un ritmo exhaustivo, y al final, castigarse aún más”
“Alguien puede vencerme, pero van a tener que
sangrar para hacerlo”
“El mejor ritmo es un ritmo suicida, y hoy parece
un buen día para morir”
“Dar cualquier cosa que no sea lo mejor que
tienes, es sacrificar el don que has recibido”
Por Tomás Dalponte.
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